
1.- Nombre científico: Hypericum perforatum.
2.- Otros nombres comunes: amnica, corazón de ciervo, corazoncillo, corión, espantadiablos, hierba del agua, hierba de la sangre, hierba de las heridas, hierba de las machacauras, hierba de San Juan, hierba militar, perforada, pericote, sanjuanera, té borde, trescalar, tresflorina.
3.- Partes de la planta de uso médico: La hierba (sin la raíz).
4.- Descripción de la planta: Arbusto vivaz con estolones que alcanza una altura de 25 a 90 cm. La parte superior del tallo está muy ramificada. Las hojas colocadas opuestas son elípticas u ovaladas, de borde entero y desnudas. Su tamaño oscila entre 1,5 y 3 cm. Las flores de color amarillo dorado son pentapétalas dotadas de glándulas de color rojo negruzco. Esta especie posee tres características poco corrientes que facilitan su identificación: a) Tiene un tallo biangular que es raro en el reino vegetal, dado que las hierbas lo suelen tener redondo o cuadrado. b) Las pequeñas hojas están dirigidas hacia la luz, con lo cual se ven puntitos blancos como si la planta estuviera perforada, de ahí que en algunos lugares su nombre común sea el de «perforada. Se trata de pequeños depósitos de secreciones que contienen un líquido claro formado por aceites esenciales y resina. c) Las flores amarillas se tiñen de color rojo sanguina cuando se las aplasta entre los dedos.
5.- Época de floración: Durante todo el verano.
6.- Presencia: El hipérico está muy extendido en Centroeuropa en los bordes de caminos, taludes, linderos de campos, bosquetes y matorrales.
7.- Sustancias activas: Aceites esenciales, resinas y taninos. Pero el componente más importante es la hipericina, llamada también «rojo de hipérico». Hay que citar además a la rutina, flobafeno y rodano.
8.- Acción curativa y uso: El conjunto de todos sus componentes estimula los órganos digestivos (incluida la bilis) y tonifican la circulación. La hipericina ejerce un ligero efecto calmante, influyendo favorablemente sobre los estados depresivos. Después de un tratamiento a base de hipérico y pasadas unas 4 ó 5 semanas se observa una clara mejoría en el estado de ánimo. A esta especie se la puede designar, pues, como un antidepresivo aunque su efecto no es tan fuerte como para poder tratar las auténticas depresiones graves (llamadas colágenas). Sin embargo, en las sintomáticas y reactivas, el hipérico puede sustituir en gran medida a los fármacos de origen químico. Se le emplea también en los casos de distonía vegetativa, junto con otras medidas. Es interesante que con esta especie puede tratarse la enuresis norcturna, lo cual es fácilmente comprensible si se tiene en cuenta que es un trastorno de origen psíquico. En todos estos casos se utiliza en forma de té, del cual se toman 2 ó 3 tazas al día durante varias semanas. Ya que el hipérico incrementa la fotosensibilidad, debe evitarse durante ese tiempo la luz directa del sol. Para uso externo resulta más adecuado el aceite de hipérico. Se le utiliza con éxito como linimento contra el reuma y el lumbago, para acelerar la cicatrización de las heridas, y como analgésico en las luxaciones, dislocaciones y hematomas. Este aceite se puede comprar en farmacias, pero también puede ser preparado por uno mismo (ver más abajo el apartado de «recetas). Este aceite sirve también para uso interno, por ejemplo como estimulante suave de la bilis o como tranquilizante para el estómago con irritación de origen nervioso. La dosis correcta es 1 cucharadita de aceite 2 veces al día. En cuanto a la medicina popular se tiene en primer plano el tratamiento de heridas y de dolores, siguiéndole los trastornos pulmonares, gástricos, intestinales y biliares, el nerviosismo y las enfermedades nerviosas. El té y el aceite se utilizan en igual medida, y también los extractos alcohólicos como desinfectante para las heridas.
9.- Recolección y preparación: Se le recoge cuando está en plena floración (recién empezado el verano), cortándolo un poco por encima del suelo, se le ata en ramilletes y se le deja secar al aire en un lugar a la sombra.
10.- Efectos secundarios: Prescindiendo del hecho de que el hipérico sensibiliza contra la luz y de que durante una cura con té o aceite de esta planta deberá evitarse la acción directa del sol, para dosis normales no son de temer efectos secundarios. Esta especie es bien tolerada incluso con una utilización prolongada.
11.- Recetas:
– Aceite de hipérico: Se necesita la hierba cuando acaba de echar las flores. Para medio litro de aceite se necesitan 25 gramos. Se aplastan las flores frescas o se las tritura en un mortero. Se añaden a continuación 500 gramos de aceite de oliva, se mezcla todo bien y se guarda después en un frasco de cristal de cuello ancho que se debe dejar sin cerrar. Se deja que la mezcla fermente en un lugar caliente dando de vez en cuando algunas vueltas, Cuando al cabo de 3 a 5 días la fermentación ha finalizado, se cierra el frasco y se le expone a la luz del sol hasta que el contenido adquiera una coloración rojo intenso. Esto suele suceder al cabo de unas seis semanas. Se prensa entonces separando la capa acuosa del aceite y se guarda en una botella bien cerrada.