Menta piperita

1.- Nombre científico: Mentha piperita.


2.- Otros nombres comunes: Monte yuyo, piperita, toronjil de menta.


3.- Partes de la planta de uso médico: Las hojas y el aceite esencial que se obtiene de ellas.


4.- Descripción de la planta: Se trata de un híbrido aparecido en Inglaterra en 1696 en un campo de hierbabuena (Mentha spicata), cruzada con menta acuática (Mentha aquatica), y cultivado desde entonces. La utilización para fines medicinales no existe en forma silvestre. Incluso las «formas salvajes» procedentes de cultivos sufren en seguida un retrocruzamiento. Por esa razón no es posible la multiplicación por semillas; en cultivos y huertos se hace mediante estolones, y sólo si se trasplanta cada dos años es posible evitar el retrocruzamiento. Los suelos pantanosos y calizos dan una buena producción. Esta planta suele alcanzar una altura entre 30 y 80 cm. Los tallos cuadrados en sección, son sencillos al principio, ramificándose después ligeramente. Las hojas opuestas son elípticas y alargadas, con frecuencia también estrechas, de 4 a 7 cm de longitud y con el borde toscamente dentado. Las flores rosadas se aprietan en inflorescencias parecidas a espigas que frecuentemente se encuentran divididas. Dentro de los cultivos existen varias razas que se diferencian en la forma y el color de las hojas. Los parientes silvestres de esta especie son muy abundantes, pero tanto en sabor como en olor están por debajo de la menta piperita.


5.- Época de floración: Durante el verano.


6.- Presencia: Principalmente en huertos, con suelos fértiles y húmedos (incluso pantanosos), en donde los rayos del sol no la den en demasía.


7.- Sustancias activas: El aceite esencial, los taninos y los principios amargos son los componentes principales. El elemento más importante del aceite esencial es el mentol.


8.- Acción curativa y uso: El té de menta es un buen estomacal cuando se trata de malestar, naúseas y vómitos. Con una sola taza bebida a sorbos, lentamente y a temperatura moderada pueden lograrse muy a menudo resultados inmediatos. También en los trastornos gastrointestinales que van acompañados de flatulencia, espasmos y heces fétidas, el té de menta actúa rápidamente. La dosis adecuada es 1 taza 3 veces al día. No es menos importante el hecho de que estimula el flujo biliar y la producción de bilis en el hígado. Los pacientes aquejados de cálculos biliares soportan muy bien este té, mientras que de poco sirve a los que padecen de úlceras de estómago. La menta piperita además forma parte de numerosas infusiones usadas contra las dolencias gastrointestinales, biliares y hepáticas así como en muchas otras de diverso tipo. Mejora el sabor y olor de cualquier infusión y con frecuencia refuerza también su acción ya que todas las plantas que contienen aceites esenciales, taninos y principios amargos son de efectos muy amplios. Una buena combinación para todos los trastornos de estómago e intestino es con manzanilla a partes iguales. El aceite esencial diluido en alcohol da el producto denominado «gotas de menta» de venta en farmacias. Su efecto es análogo al del té, administrando 15 gotas con agua. En cuanto a la medicina popular el uso de esta planta corresponde a todo lo dicho hasta el momento. La preferencia de que goza se refleja en el hecho de que se la encuentra, junto con la manzanilla, en la mayoría de botiquines caseros. El uso contra los dolores de cabeza, las palpitaciones y los trastornos en el sueño está en franca regresión, mientras que goza de gran aprecio para los dolores del período.


9.- Empleo como condimento: En las obras sobre especias que se publican actualmente, se recomienda cultivar algunos ejemplares de esta planta, ya que resulta sencillo, pues crecen de los estolones sin excesivos cuidados. Una superficie de 1 metro cuadrado es suficiente para que toda la familia disponga siempre de hierba fresca. Si se quiere secar hay que recolectar las hojas antes de la floración, secarlas rápidamente (nunca a temperatura superior a 35ºC) y guardarlas en recipientes bien cerrados. La humedad la inutiliza. Las ensaladas, las sopas, las verduras y los guisos a los que se añade menta picada antes de servir no sólo quedan bien aderezados, sino que se vuelven más digestivos. El requesón y los quesos blandos «ganan» asimismo cuando se les incorpora menta fresca. En seco se la utiliza con menor frecuencia, aunque hay platos de pescado en los que la cocción conjunta con la salsa de algunas hojas secas de menta proporciona una nota especial. El que quiera preparar por sí mismo un vinagre de hierbas no debería olvidar añadir algunas hojas de menta (secas o en fresco).


10.- Recolección y preparación: La recolección de la menta ha de realizarse justo cuando los capullos empiezan su apertura. Se corta la planta a ras del suelo y puede usarse en fresco, o bien secarse en un lugar fresco y seco.


11.- Efectos secundarios: Los lactantes y los niños pequeños no toleran bien el té de menta. Esto se debe al contenido en mentol del aceite esencial, al que los lactantes reaccionan con síntomas de asfixia. En los casos de dispepsia con flatulencia (muy frecuente en lactantes y niños pequeños) es mejor una mezcla de té de hinojo con manzanilla.


12.- Recetas:
Té de menta: Se vierte 1/4 de litro de agua hirviendo sobre 1 cucharada llena de hojas de menta y tapando el recipiente se deja reposar por 10 minutos y se cuela a continuación. Mejor beberlo sin endulzar.

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